Prosa aprisa
Pepe: En
inseguridad estamos peor
Arturo
Reyes Isidoro
El 3 de septiembre de 2014 el entonces senador
panista Fernando Yunes Márquez pidió al, en aquel año, Secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que analizara el envío de la
Gendarmería a territorio estatal porque “a pesar del enorme apoyo que el
Ejército Mexicano y la Marina han dado a la entidad en materia de seguridad
pública, la realidad es que la autoridad estatal y municipal se han visto
rebasadas”.
El actual presidente municipal de Veracruz era
entonces presidente de la Comisión de Defensa Nacional e integrante de la
Comisión Bicameral de Seguridad Nacional del Congreso de la Unión y su petición
fue apoyada ocho días después, el 11 de septiembre de 2014, por su padre
excandidato entonces al Gobierno del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares, quien
además solicitó que se enviara un comisionado de seguridad como lo hubo en
Michoacán, pues “Veracruz vive una crisis de inseguridad como nunca en su
historia”.
Ayer, entrevistado al iniciar actividades en
Xalapa, el precandidato del PRI a la gubernatura Pepe Yunes dijo que si bien el
tema de seguridad no debe politizarse criticó que “los que hoy impiden la
llegada de un comisionado de seguridad, antes lo pedían con vehemencia”. Por
mero y dice, ustedes “ya saben quienes”.
No los mencionó por su nombre pero era obvio que
se refería a los Yunes Linares-Márquez quienes, como señalo en los dos primeros
párrafos, hace poco más de tres años fustigaban al gobierno de Javier Duarte y
clamaban por la llegada de la Gendarmería y por un comisionado ante los hechos
de sangre que se vivían entonces, pero ahora, cuando el Estado ha alcanzado
niveles impensables e históricos de inseguridad, violencia causada por la
delincuencia, ejecuciones y desapariciones, no obstante que a ellos sí les
enviaron a la Gendarmería y hasta a la Policía Militar, dicen que no es
necesario.
A finales de noviembre pasado, la entonces
coordinadora de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Rocío Nahle
García, pidió al Gobierno Federal el envío de un comisionado especial ante los
preocupantes índices de inseguridad, a lo que el gobernador Yunes respondió
diciendo que no era necesario.
Pero no ha sido la única legisladora que lo ha
demandado. En diferentes fechas del año pasado (12 y 21 de febrero, 13 de
marzo, 12 de abril, 1 de junio, 16 de agosto –asaltaron entonces a su hija
Andrea en el puerto de Veracruz–, 3 de septiembre, 31 de octubre y 25 de
noviembre, entre otras fechas) el senador Héctor Yunes Landa criticó la
ineficacia para combatir la inseguridad e igual demandó un comisionado. La
respuesta del gobernador el 29 de noviembre, entrevistado por los reporteros,
fue que el no respondía “a tonterías”. Así, lo que para él y su hijo era bueno
antes, ahora lo reduce a que son “tonterías”.
“Lo que es obvio no se juzga” y “hay un serio
problema de descontrol que ha rebasado por completo las políticas y el diseño
de las instituciones en el estado de Veracruz”, dijo ayer Pepe, apoyando su
dicho en que venía “de hacer un recorrido por toda la entidad y es exactamente
la misma estampa, la misma imagen y no la merecemos”.
¿Mintió Pepe? ¿Le falta razón?
Pudiera acusársele de señalar y criticar porque
anda en busca del voto y es innegable que con su denuncia algo capitalizará a
favor de su causa en detrimento del yunismo panista, pero es indiscutible
también que lo que dice es lo mismo que dicen todos los veracruzanos porque
viven los hechos día a día. E incluso instituciones insospechables, que tienen
contacto día a día con miles, millones de veracruzanos, como la Iglesia
católica, han denunciado el problema.
Este año abrí “Prosa aprisa” recobrando un párrafo
del comunicado dominical de la Arquidiócesis de Xalapa, del 24 de diciembre
pasado.
“Celebraremos la Navidad en medio de una realidad desafiante
y difícil. El tejido social está lastimado. El año que está concluyendo se ha
ido desarrollando entre luces y sombras, lamentablemente por donde quiera hay
signos de violencia y miedo que nublan los signos de recuperación que se han
estado logrando. La inseguridad se ha hecho cotidiana y se corre el riesgo de
contaminarnos con una mentalidad fatalista que no alcanza a ver la salida en
medio de las situaciones que nos afligen”.
Sólo el gobernador y su hijo aspirante a
sucederlo tienen su propia percepción.
El 25 de noviembre pasado, al dictar la
conferencia “Un gobierno exitoso” en Córdoba, el precandidato del PAN a la
gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, consideró que el fenómeno de la
violencia no es tan alarmante como se maneja el tema a nivel nacional.
Como siempre, trató de responsabilizar a las
administraciones anteriores, sin aceptar que los altos índices corresponden al
gobierno de su padre. Dijo que las cifras dadas a conocer por homicidios o ejecuciones no eran oficiales y que la violencia en
Veracruz se arrastraba de administraciones anteriores.
Una nota del reportero Benito Jiménez, del
diario Reforma, consignó lo que dijo
a los reporteros al término de su conferencia: “No son estadísticas oficiales y
las pueden revisar, son cuestiones de rumores que han venido haciendo, pero si
se van a las estadísticas oficiales reales podrán ver que Veracruz no está ni
por mucho en los niveles más altos de delincuencia del país, hay muchos
municipios arriba de nosotros”.
Qué consuelo. Debemos alegrarnos porque en
otros lugares están peor. De tal modo que son “rumores”.
El reportero de Reforma resaltó como complemento:
“Veracruz atraviesa por una ola de violencia en
ciudades como Xalapa, Veracruz, Poza Rica, Tuxpan, Tierra Blanca, Coatzacoalcos
y Minatitlán, éste último cercano a Hidalgotitlán.
Sólo de enero a octubre suma mil 382
averiguaciones previas por homicidio doloso, 39 por ciento más que en el mismo
periodo de 2016, cuando se registraron 993 carpetas de investigación por el
mismo delito”.
Pero volvamos a Pepe Yunes.
Ayer en Xalapa declaró que Veracruz no puede estar sujeto a un marco de violencia física donde está
de por medio la integridad de los ciudadanos, ni de violencia ni persecución
política.
Señaló
que Veracruz hoy está peor que hace un año y que lo que se requiere es un
remanso, sosiego y tranquilidad, además de generar condiciones para construir y
conciliar. “Después de un año estamos empeorando la circunstancia de
convivencia en Veracruz”.
Aseguró
que la inseguridad ha rebasado al Estado, reiteró que es un tema que está fuera
de control y que la violencia es generalizada en todo Veracruz, “pues lo mismo
se ven personas descabezadas en el norte, centro y sur”.
Aparte, en un acto que encabezó con militantes de su
partido preguntó: “¿Quién puede vanagloriarse de un cambio cuando hay más
inseguridad, más violencia, más miedo, más angustia?”
Creo
que lo que sucedió ayer es lo que demandan los veracruzanos, que los hoy
precandidatos, seguramente mañana candidatos y uno de ellos finalmente
gobernador, se ocupen de los problemas que les afectan y que amenazan la
convivencia de todos. Pepe dijo el qué aunque le faltó decir cómo resolvería el
problema de llegar a la gubernatura. Tal vez ya candidato plantee lo que se
propone respecto del tema.
Pero
es positivo que se reconozca el problema y se denuncie, que no se caiga en el
fatalismo de aceptar como algo normal la delincuencia, la violencia, la
inseguridad, como alertó la Iglesia. Mientras, los veracruzanos esperan resultados
que indiquen que el problema se contuvo, porque pensar que se va a resolver, no
se ve para cuándo.
Américo, al lado ya de Pepe
Sin
ser todavía formalmente presidente del CDE del PRI, Américo Zúñiga Martínez
acompañó ayer en Xalapa al precandidato Pepe Yunes en sus actividades en la
capital del Estado. La versión es que mañana sábado asume la dirigencia del
tricolor con apego a los estatutos.
Pero no son las únicas
Ayer
publiqué los nombres de varias mujeres priistas que aspiran a que su partido
las nomine como candidatas a senadoras o a diputadas. Pues una más es la joven
Corintia Cruz Oregón, quien señala algo innegable: su lealtad al PRI, partido
en el que milita desde que era estudiante y dirigente universitaria, mucho
antes de que apareciera Javier Duarte.
Se
defiende. Asegura que ha sufrido violencia política por “fuego amigo” pero que
ha mantenido contacto con la base de Xalapa y de otras partes del Estado no
obstante que no ha tenido cargo alguno, que considera que es hora de sumar en
especial a quienes tienen un capital político, y que la ven bien en el equipo
de Pepe Yunes (le confiaron la organización de uno de los eventos del
precandidato ayer jueves con la militancia).
0 comentarios:
Publicar un comentario