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Místicos y Terrenales El PRI se derrotó a si mismo ¿Cuántos quedan realmente en el PRI? La gestión, una actitud olvidada Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Místicos y Terrenales
El PRI se derrotó a si mismo
¿Cuántos quedan realmente en el PRI?
La gestión, una actitud olvidada


Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Fue una mesa poco concurrida, con muchas sillas vacías, la que instalaron en Martínez Martínez de la Torre para el diagnóstico de la situación del PRI en Veracruz.
Alguien lo dijo y los demás lo asumieron: El PRI se derrotó a si mismo.
¿Pero cómo va a ser?.
Quienes estaban ahí aceptaron la premisa sin chistar.
¿Cuál fue el mecanismo que llevó a esta debacle?.
Se habló de lo mismo que se mencionó en todos lados: la soberbia de los dirigentes; las traiciones a los candidatos y al partido.
Y también le sumaron: los pleitos entre los directivos; la mala selección de candidatos; el no tomar en cuenta a las bases; el no darle espacios a los jóvenes; no darle candidaturas a mujeres representativas; la falta de recursos para los comités municipales; la falta de pago al personal del comité estatal; el compadrazgo y el amiguismo; las promesas incumplidas; la falta de capacitación política y de formación de cuadros; el desvío de los recursos para las campañas.
Y en cada mesa, en cada lugar, la pregunta ¿qué tipo de oposición debe ser el PRI?, tuvo diferentes respuestas.
Pero la respuesta a esa pregunta vendrá después de que definan ¿qué tipo de partido van a ser ahora?.
Más allá de todo esto, en el Partido Revolucionario Institucional tienen dos problemas muy graves:
Las cúpulas siguen teniendo la misma actitud autoritaria, impositiva, controladora, que han tenido durante los últimos ¿10 años, 20, 50?.
Desconocen quienes son los que realmente quedan en el partido
Las cúpulas hacen como que escuchan, como que toman nota de lo que los militantes les dicen, pero por arriba, entre ellos hablan y tratan de ponerse de acuerdo en como se repartirán lo que queda del PRI.
¿Así podrán recuperar el partido?.
No lo creo. Sólo seguirán ahondando la crisis.
René Juárez, el anterior dirigente del PRI nacional, será el coordinador de la ahora muy reducida bancada del PRI. Una de las vicecoordinadoras será Anilu Ingram, mientras que otro de los vicecoordinadores será Héctor Yunes.
¿Anilú Ingram y Héctor Yunes fueron seleccionados por sus pares, los próximos diputados federales o por el próximo coordinador de la bancada?, ¿quién designó a René Juárez?, ¿Héctor Yunes y Anilú Ingram tienen realmente los merecimientos suficientes para ser nombrados vicecoordinadores por encima de los otros próximos diputados federales del PRI?.
Eso es algo que los priistas deben responder, pero desde una nueva óptica, ya no con sus posturas tradicionales.
En este punto vale una pregunta, ¿cómo van a designar al próximo coordinador de la bancada de la cámara de diputados local?.
Van a ser tres, nada más: Ayala, Erika; Molina, Juan Carlos; y Moreno, Jorge.
A menos que se les sumen diputados de otros partidos.
¿La designación vendrá de una instancia superior, como en los tiempos que llevaron al PRI a lo que es ahora?, ¿se autopromoverán?, ¿le pedirán a alguien más que haga la designación?, ¿se echarán un volado?, ¿se pondrán de acuerdo?.
El segundo de los problemas anotados, es tal vez el mayor problema que tiene el PRI en estos momentos, en todo el país: Desconocen quienes quedan todavía en el partido.
¿Cuántos quedan realmente en el PRI?.
En definitiva ya no pueden contar con los que lo abandonaron abiertamente, por ejemplo, Basilio Picasso o las hermanas Vazquez Saut, o los García de Pánuco, o los Flores de Vía Veracruzana.
Pero tampoco pueden contar con quienes operaron por abajo del agua en su contra.
El PRI, como una primera acción debe hacer una reinscripción de su padrón de militantes. ¿Cuántos de los que están en esos padrones siguen siendo leales al PRI?, ¿cuántos de los que están ahí anotados quieren realmente seguir?.
Pero sobre todo, ¿cuántos de los que en algún momento se dijeron priistas están ya en otra fuerza política?.
El miedo a que sean sólo unos cuántos los que se inscriban lo deben dejar atrás, porque es mejor que sean pocos y que sepan quienes son, a que naveguen en un mar de nombres sin saber realmente con quien pueden contar.
Por ejemplo, no pueden mantener en su padrón a Jorge Carvallo, quien abiertamente dijo que explora la posibilidad de convertir a una asociación adherente al PRI, México Nuevo, en un partido político.
Jorge Carvallo quiere desligarse del PRI, pero además quiere seguir desmantelándolo. Y todavía se presume priista.
De hacerse un proceso de reafiliación, ¿Jorge Carvallo querría volver a inscribirse al PRI?. Muy probablemente, no.
Con este antecedente, aún cuando quisiera reafiliarse, ¿deberían admitirlo?. Tal vez lo más conveniente sea que no, porque en cualquier momento va a querer dinamitarlos desde adentro.
Pero además, otro elemento por el cual deben hacer la reafiliación, es para ya no permitir la estancia de aquellos señalados de corruptos, de los que les dan mal nombre tan sólo al vincularlos, como varios de los actuales diputados federales y un diputado local, por lo menos.
Otro problema que enfrenta ya el PRI estatal es la escasez económica. ¿Cómo van a recortar sus gastos para sobrevivir?
Ya no habrá los flujos de dinero que hubo, porque el PRI ya no tendrá el poder y porque las prerrogativas se les reducirán sustancialmente.
¿De dónde sacar dinero?.
En Morena, los cargos de elección popular tienen que aportar para las actividades del partido.
Así lo hacían antes en el PRI y hasta en el PAN; tal vez tendrán que volver a estas prácticas.
Y ahí sí, las cúpulas deben dar la muestra, pagando sus cuotas y haciéndolo público y evidente.
El PRI está ante su disyuntiva de “renovarse o morir”.
Y esto es real.
¿Deberán cambiar de nombres o sólo de actitudes?.
¿Quiénes decidirán todo lo que sigue para la sobrevivencia del PRI?, ¿los mismos que lo llevaron a la perdición?, ¿los que no supieron ver el peligro que se acercaba?.
Aquí, tal vez lo conveniente sea que tanto místicos como terrenales se pongan a un mismo nivel y que busquen ponerse de acuerdo y una vez que lo hagan decidan que papel tendrá cada quien… o si ya no tendrá participación.
Levantarse o desaparecer… uno de esos es su destino.

LA GESTIÓN, UNA ACTITUD OLVIDADA. Una de las actitudes más olvidadas entre los dirigentes priistas es la gestión social, pero esa que se hace sin pedirle al beneficiado nada a cambio, si no como parte del trabajo político, como lo hizo Pepe Yunes.
Juan Carlos Molina Palacios, el dirigente estatal de la CNC (y próximo diputado local por el PRI), tal vez por tener una formación de este tipo, retomó un programa que le ha dado muy buenos resultados: carne a bajo costo, el cual inició en Chacaltianguis, con alcaldes emanados de diversos partidos políticos: Pedro Luis Vergara Galó (PT), de Amatitlán; Francisco Molina Arrioja (PRI), de Carlos A. Carrillo; Clara Luz Domínguez Vargas (PAN), de Tlacojalpan; Mayra Janeth Torres Domínguez (PRD), de Chacaltianguis; así como el diputado local electo del Distrito de Zongolica, Alexis Sánchez (MC), y el gestor social de Cosamaloapan, Gustavo Sentíes Hernández.
 “Aquí no hay colores de partido; aquí hay un interés en común que es ayudar a nuestra gente del campo veracruzano”, apuntó.
En esa mezcla de colores partidistas, también pusieron en marcha el programa de láminas a bajo costo, con el cual pretenden beneficiar a miles de familias de todo el estado de Veracruz.
Además se entregaron 300 lentes gracias al apoyo de la alcaldesa de este municipio, Mayra Janeth Torres Domínguez, emanada del PRD.
“Muchos me critican porque estos programas los estamos desarrollando en coordinación con los alcaldes, sin importar de qué partido son. Aquí los colores no importan; aquí lo que debe importarnos a todos es sacar adelante a nuestros hermanos que así lo requieran. Ya basta de chismes baratos. Debemos mantenernos unidos para salir adelante”, recalcó Juan Carlos Molina.
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