Prosa aprisa
Grave caída
de la producción industrial en Veracruz
Arturo Reyes Isidoro
Comenté el martes que la confronta
ción política que se
está dando en el Estado, ahora entre el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y
los presidentes municipales de Coatzacoalcos y Minatitlán, Víctor Carranza
Rosaldo y Nicolás Reyes Álvarez, respectivamente, uno del PAN y los otros de
Morena, en nada abona al desarrollo de Veracruz.
“Y en
medio de todo, los veracruzanos, hombres y mujeres trabajadores que pagan las
consecuencias porque no se les dan ni las obras ni los servicios públicos
debidos a los que tienen derecho por el pago de sus impuestos, ya que los
responsables de hacerlo se están peleándo entre sí”.
Me pregunto por qué el
gobernador asume personalmente cualquier diferencia, señalamiento o crítica y
no manda a los Secretarios o responsables de áreas a que sean ellos quienes den
la cara y respondan y él se quede como árbitro imparcial conciliando en aras de
un clima de armonía que tanto urge a Veracruz y del que están deseosos, desde
hace mucho, todos los veracruzanos.
El miércoles me topé
con la siguiente información en el periódico El Economista, especializado en negocios y finanzas: “Durante
septiembre de 2017, 16 estados de la república mexicana registraron descensos
anuales en producción industrial. Un mes después, el número de entidades cuya
industria reporta caídas en producción se elevó a 20.
Oaxaca, Quintana Roo y
(ojo) Veracruz destacaron al cierre de octubre con las mayores disminuciones en
la actividad industrial de sus regiones, la cual comprende las actividades de
generación y transmisión de agua, luz y gas, así como lo producido por la
industria manufacturera”.
Concretamente sobre
nuestro Estado se informó: “En Veracruz la baja llegó a 16.3%, variación con la
que, además de sumar 10 meses en números rojos, reporta la caída más
pronunciada en la industria de la entidad desde que el Inegi posee información,
a partir de 2004”.
¡Zas! O sea desde hace
trece años no estábamos tan mal en el área industrial como ahora en el gobierno
actual. Me pregunto, ¿entonces qué ha hecho o que hace el Secretario de Desarrollo
Económico, Portuario y Pesquero, Alejandro Zairick Morante, para mantener o
reactivar o impulsar más la industria del Estado? ¿Le echará la culpa, como su
patrón a Javier Duarte?
El dato duro habla de
octubre de 2017, ya en el gobierno actual, once meses después de estar en
funciones. La nota del periódico especializado habla de diez meses en números
rojos, los del gobierno de Yunes Linares.
¿Dónde está el señor
Zairick? ¿En defensa de su jefe, qué nos tiene que decir al respecto? ¿Es que,
como dijera López Obrador, es un verdadero señoritingo
bueno para nada?
¿Cómo quieren combatir
con éxito la violencia delincuencial si no hay creación de empleos porque hay
una caída drástica en la industria? ¿Ésta se debe a que todos en el Gobierno
del Estado andan en plena campaña electoral para impulsar al hijo del
gobernador y han descuidado su tarea sustantiva?
Reconocimiento también, a Acosta Lagunes
Hay cosas que hablan bien del gobernador Miguel Ángel
Yunes Linares.
En “Prosa aprisa” del 23 de enero pasado comenté el
agradecimiento que tiene con los exgobernadores Rafael Hernández Ochoa y
Patricio Chirinos Calero. Del primero dijo en una entrevista que fue su maestro
político, quien lo formó, y del segundo, que fue un “gobernador honorable” que
no heredó deuda y que dejó en caja 2 mil 500 millones de pesos.
El jueves 24 de ese mes, durante un acto en el puerto
de Veracruz, al reinaugurar la rehabilitación del Archivo y Biblioteca Históricos
de la ciudad, reconoció a otro gran gobernador veracruzano, Agustín Acosta
Lagunes, de quien recordó que rescató diversos edificios históricos como Las
Atarazanas.
En la
inauguración de la rehabilitación del Archivo Histórico de Veracruz, el
gobernador señaló que a los buenos gobernantes hay que recordarlos como al
exgobernador Acosta Lagunes y recalcó que a los malos hay
que procesarlos.
“A los
buenos gobernantes hay que recordarlos, a los malos gobernantes hay que
procesarlos”.
Así se
refirió al comentar sobre la recuperación del edificio que ocupa el Archivo
Histórico de Veracruz que, dijo, se debió al exgobernador Agustín Acosta
Lagunes.
“La
recuperación de este edificio se debió al talento de iniciativa y al buen
gobierno de un gobernador al que hay que recordar, el buen gobierno de Agustín
Acosta Lagunes, él puso interés en recuperar edificios como este, también las
Atarazanas y otros edificios importantes”.
Qué cosas. Quién lo iba a decir.
En un hecho histórico que lo honra, muy jovencito y
siendo diputado local, Miguel tuvo un enfrentamiento político directo con don
Agustín, como se le conocía entre los veracruzanos aunque era un gran
economista con posgrados en el extranjero.
Entonces en Veracruz no existía la oposición. Todos
eran priistas y los pleitos eran entre ellos. Yunes había llegado a la
Legislatura (entonces no se hablaba del Congreso) luego de ser dirigente
estatal de la CNOP cuando estaba en el pasaje Tanos (cuántos años han pasado).
Acosta Lagunes había hecho detener a José Luis Lobato
Campos y a Francisco “Paco” López Lara, quienes habían sido funcionarios en el
gobierno inmediatamente anterior de Rafael Hernández Ochoa. Lobato, Carlos
Padilla Becerra (el mismo que llegó a ser presidente del Comité Olímpico
Mexicano y de la Organización Deportiva Panamericana), Gonzalo Morgado Huesca y
Yunes eran los grandes amigos, se podría decir que prácticamente una pandilla…
política (Morgado y Yunes terminaron siendo compadres).
Lobato había sido director del Instituto de Pensiones
y Paco López Director de Patrimonio, en donde Miguel había sido el Subdirector.
De hecho se trataba de un pleito político entre el grupo hernándezochoista y el
acostalagunista.
Cuando se dio la detención de José Luis, Miguel Ángel
protestó y lo denunció en tribuna en la Legislatura, e incluso, a riesgo de su
vida, porque entonces una osadía del tamaño de la que se había atrevido se
pagaba hasta con la vida, promovió un punto de acuerdo para reprobar lo que
había sido considerado un acto arbitrario del gobernador Acosta, cosa que no
logró porque perdió la votación por un solo voto.
La melé política involucró también a Padilla Becerra,
y al final éste tuvo que pedir licencia como alcalde de Xalapa para exiliarse
en la Ciudad de México, mientras que Miguel Ángel, por petición de Morgado,
quien entonces era presidente del CDE del PRI, ante Gustavo Carvajal,
veracruzano que era el dirigente nacional priista, fue nombrado Coordinador de
Delegaciones de la CNOP nacional para sacarlo también de Veracruz porque corría
peligro en el Estado.
Algo indudable es que Acosta Lagunes fue un gran
gobernador, un hombre honesto, un gran constructor de obras y un magnífico
administrador de los recursos públicos, tanto así que ha sido el único
gobernador en la historia de México que se dio el lujo de prestar dinero a la
Federación cuando entró en crisis a raíz del despilfarro que hizo el presidente
José López Portillo y llevó a la bancarrota al país al grado de devaluar
nuestra moneda.
Pero bien dicen que el tiempo cura todo, porque pasados
los años, durante la campaña del entonces candidato a gobernador Miguel Alemán
Velasco, recuerdo que cuando fuimos a Paso de Ovejas, municipio natal de don
Agustín, ahí se encontraron en el presidium Acosta Lagunes y Miguel Ángel y se
saludaron como si nada, como viejos amigos, e igual me tocó ser testigo cuando ocasionalmente se
encontraron en el Hotel Xalapa don Agustín y Lobato y también se dieron un
abrazo.
Por eso no me extraña nada ahora que Dante Delgado
apoye el proyecto de Miguel Ángel de querer llevar a la gubernatura a su hijo,
siendo que Yunes Linares se aplicó con severidad para detenerlo y enviarlo a
Pacho Viejo, como tampoco me va a extrañar cuando Miguel aparezca un día del
brazo de Fidel Herrera Beltrán y también de Duarte de Ochoa. Hay de aquel que
compre los pleitos de los políticos que, los hechos y la historia lo
comprueban, nunca son para siempre.
Estoy convencido que Miguel Ángel les ha hecho un
reconocimiento a Hernández Ochoa, Chirinos y Acosta Lagunes en un acto de
justicia, porque se lo merecen, pero, ¡ay!, no sé hasta dónde también está
utilizando la ocasión para demostrar al priismo que es agradecido, que no niega
la cruz de su parroquia tricolor, para ver si es chicle y pega y de paso recoge
votos priistas para su cachorro.
Por cierto, durante, de hecho, la reinauguración del
Archivo y la Biblioteca Históricos, el gobernador anunció que con motivo de los
500 años de la fundación del puerto de Veracruz, Enrique Krauze publicará un
libro sobre su historia, además de otros documentos, lo que anticipadamente
celebro por la calidad investigadora de Krauze (me apartan un ejemplar).

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