Prosa aprisa
El gran reto de Américo Zúñiga
Arturo Reyes Isidoro
Siete cabeceras distritales
recorrerá a partir de este jueves el dirigente estatal del PRI, Américo Zúñiga
Martínez: Poza Rica, Perote, Coatzacoalcos, Minatitlán, Córdoba y Veracruz I y
II (urbano y rural les llaman también).
Aunque el propósito es ir a
presidir las convenciones distritales en las que serán elegidos (es un decir)
formalmente los candidatos a diputados locales de su partido en esas
demarcaciones, bien haría el exalcalde de Xalapa en aprovechar su viaje para
actualizarse y enterarse cómo el yunismo azul les está comiendo el mandado y
haciendo que, ya sea abiertamente o bajo el agua, operadores que siempre
trabajaron por la causa tricolor ahora lo estén haciendo para el hijo del
gobernador.
De acuerdo a testimonios que he
escuchado, en muchos casos eso está siendo posible por la presión (se habla
hasta de amenazas) del gobernante, o porque los está sobornando de alguna
manera, pero también, eso creo por la información que poseo, por la negligencia
lo mismo de las dirigencias locales que de la estatal, así como de los “hombres
fuertes” de cada distrito o localidad, si es que todavía queda alguno.
El pasado fin de semana estuve
en Coatzacoalcos y pude enterarme de primera mano cómo, por ejemplo, el
movimiento de los trabajadores municipales inconformes afectados por la nueva
administración de Morena, que se distinguieron de siempre por su militancia o
su simpatía por el PRI, ya fueron convencidos de que el único que los puede
salvar es el PAN y desde ya, a casi cuatro meses de la elección, se disponen a
ir a votar por el vástago del gobernador. No me lo contaron. Lo escuché
personalmente.
Son cientos, miles de votos que
el tricolor ha perdido ya o se ha dejado arrebatar por falta de atención a una
causa que merecía ser, estar acompañada por los senadores y diputados del PRI,
a falta de un gobernador y de un alcalde de ese partido en tan importante
municipio, pero nadie se preocupó por ello. Hoy los trabajadores afectados ya
están con la idea en la cabeza de que la única forma de enfrentar con éxito a
las nuevas autoridades de Morena es siendo arropados por los yunes azules.
En este caso, el gobernador
Miguel Ángel Yunes Linares ni sudó ni se despeinó, menos se acongojó, para
echarse a la buchaca un importante número de votos. Sólo le bastó su habilidad
política y su don de convencimiento. Le salió barato, pues.
¿Qué ha hecho el priismo de ese
puerto o el estatal para revertir la situación? Que yo sepa, nada. Es más, casí
me atrevo a pensar que ni están enterados de lo que ha pasado. En su visita de
Américo mañana viernes a Coatzacoalcos puede ampliar la información, si es que
hay alguien que la tenga o que esté dispuesto a decirle la verdad. Finalmente,
son votos que se han perdido para la causa del candidato Pepe Yunes.
Pero en el corto peregrinar del
dirigente estatal del PRI por algunos distritos políticos del Estado,
seguramente se enterará cómo algunos que hasta hace poco militaban en su
partido, eran operadores o incluso ocupaban algún puesto administrativo o
legislativo con sello tricolor, ya operan para la familia Yunes
Linares-Márquez, o como muchos, sin hacer ruido, ya están incorporados al
Gobierno del Estado panista.
La pregunta obligada es quién
está pendiente o dialogando para convencer a los líderes locales o a quienes
tienen influencia entre la militancia tricolor que no se vayan al PAN o a
Morena.
El gobernador está haciendo lo
suyo y se aplica al pie de la letra porque necesita votos para su hijo y porque
su posición como hombre de poder y en el poder le permite convencer por las
buenas o por las malas, como sea pero está teniendo éxito, según he podido platicar
y escuchar a algunos que ya se brincaron para convertirse en azules.
Por lo demás, eso me da la idea
de que Yunes Linares debe tener encuestas que ponen abajo a su hijo o que no
tiene la seguridad de que pueda ganar, de ahí que opte por todos los recursos a
su alcance incluyendo el desmantelamiento del PRI que en parte ya ha logrado.
En este “periodo de silencio”,
intermedio entre las precampañas y las campañas que vienen, Américo ya no debe
parar ni concretarse a las cabeceras distritales que visitará este fin de
semana, sino extender su recorrido a todo el Estado, al máximo de poblaciones
que pueda tanto para tratar de contener la deserción que está sufriendo su
partido como para alentar al priismo, para darle respaldo y alentarlo, para
darle ánimo y decirle a los tricolores que todavía quedan que sí se puede y que
hay formas de lograrlo.
Pero se necesita al líder capaz
de lograrlo, que todavía no se ve pero que muchos esperan que resulte Américo
Zúñiga.
En este espacio he narrado ya
cómo en el año 2000, cuando el PRI perdió la Presidencia por primera vez en su
historia, en Veracruz el entonces gobernador Miguel Alemán confió la dirigencia
estatal al jovencito Adolfo Mota Hernández y éste fue, como un verdadero
misionero, tocando casa por casa por todo el Estado para decirle a los priistas
de Veracruz que había un mañana y que tenían que iniciar de inmediato la reconstrucción
de su partido, lo que lograron en muy corto tiempo pues en apenas 12 años
recuperaron Los Pinos. Lo sé porque lo viví y fui testigo como titular de
Prensa del CDE que fui nombrado entonces.
Dieciséis años después, en
Veracruz el PRI perdió la gubernatura. En política no hay imposibles pero se
requiere de mucha voluntad política, de mucho trabajo, de mucha entrega y
dedicación, de mucho coraje, de mucha valentía y hasta de mucho entusiasmo para
emprender grandes empresas y lograr el éxito. El PRI tiene, a mi juicio, al
mejor candidato a la gubernatura, y en dos años, a partir de que la perdió,
podría recuperar la gubernatura si tiene al partido que lo acompañe, que lo
apoye, a la altura de la circunstancia histórica del momento. Ese es el gran
reto de Américo. La noche del 1 de julio sabremos si aprobó la asignatura.
Barrieron a todos los julencistas
Del lado azul azul, el
comentario es que el exSecretario de Infraestructura y Obra Pública, Julen
Rementería del Puerto, está más que furioso porque no le respetaron el acuerdo de
no mover a los suyos de la SIOP, a su salida para ser candidato del PAN al Senado.
La información que se tiene es
que la nueva titular Yolanda Baizábal Silva llegó con una escoba más grande que
la que usan los barrenderos públicos y barrió parejo a los julencistas, que
ahora hasta amenazan con irse a Morena si no les devuelven su empleo o les dan
otro.
Así las cosas, si Julen no
llegara a ganar (la tiene muy difícil frente a la casi dueña de Morena en
Veracruz, Rocío Nahle, a quien arrastrará a la alza el efecto López Obrador),
entonces él y sus acólitos se quedarán sin empleo, en la calle.
¿Se acaba el efecto Peña Nieto?
Pues no, siempre no vino el
lunes el presidente Peña Nieto a inaugurar la Torre Pediátrica, como había
anunciado el director del Hospital Regional de Veracruz, Luis Cerecedo
Candelaria.
Ahora el gobernador Miguel
Ángel Yunes Linares anunció ayer que la inauguración será el 28 de este mes,
aunque no mencionó nada de la posible visita de Peña para poner en servicio la
obra.
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