Prosa aprisa
La
pacificación empieza con el respeto
al proceso electoral: Olga Cordero
Arturo Reyes Isidoro
La propiedad, el cuidado de las
formas con las que se condujo como ministra de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN) saltaron por los aires.
Olga Sánchez Cordero dijo ayer
que el manejo de la política interior del país volverá a la Secretaría de
Gobernación (Segob) y no lo hará más la Secretaría de Hacienda.
Era obvio que se refería,
aunque en forma indirecta, a la conducción que hizo Luis Videgaray de una
función que siempre estuvo reservada a la Segob.
Y la ministra en retiro de la
SCJN actuó en consecuencia. Se comportó como política y como si ya fuera la
titular de Gobernación.
Ya en el presidium, cuando la
anunciaron y la recibieron con aplausos saludaba como si ella fuera la
candidata presidencial: eufórica alzaba los brazos, se los cruzaba sobre el
pecho como si abrazara a todos, señalaba el índice de ambas manos hacia arriba
con los brazos estirados; lo hacía una y otra vez. Tiraba besos.
Propuesta por Andrés Manuel
López Obrador para ser la Secretaria de Gobernación de su gabinete, la primera
mujer en la historia que llegaría al cargo, fue clara, contundente y
repetitiva: México será una república democrática, representativa y laica, omitiendo
el último termino: federal, que señala el artículo 40 de la Constitución.
Laica, repitió una y otra vez.
Había acudido al edificio del
Sindicato de Trabajadores Normalistas y de la Educación en Veracruz, un
sindicato independiente, para hablar sobre “Una política para la paz”.
Lo hizo en una primera parte
durante casi 50 minutos sin parar y luego consumió más de una hora en responder
a varias preguntas que le hicieron.
Respondió a todas las preguntas
y dejó constancia de su cultura jurídica pero también del pulso que tiene de
los problemas de México, del bagaje histórico que posee del país.
Casi de entrada, al saludar la
presencia y la cobertura que le estaban dando los medios, proclamó: “Van a
tener a la mejor aliada de la libertad de expresión que haya habido”.
Habló con firmeza, nunca titubeó,
casi siempre alzó la voz y por ratos parecía la oradora en un mitin de masas.
Las ideas le afloraban en una secuencia coherente, ordenada.
En el presidium la acompañaban
y la escuchaban el candidato de Morena a gobernador Cuitláhuac García Jiménez,
el dirigente de ese partido en Veracruz Manuel Huerta, los candidatos suplentes
al Senado Gloria Sánchez Ernesto Perez Astorga, y los candidatos a diputados
locales y federal por el distrito de Xalapa Ana Miriam Ferráez Centeno,
Rosalinda Galindo Silva y Rafael Hernández Villalpando.
De entrada había hablado de la
violencia que azota al país y del número de víctimas con base en una
investigación, de la UNAM. Habló de lo que se proponen para combatir el
problema.
Pero dijo que se tenía que
empezar por el respeto de las autoridades al actual proceso electoral.
“Que se oiga bien y que se
escuche lejos”, casi gritó, y expresó que como futura Secretaria de Gobernación
pedía a los gobiernos de los estados, al federal y a las autoridades
electorales que no se entrometieran.
“La pacificación de nuestro
país empieza con el respeto a este proceso electoral”, vociferó.
Señaló que exigía que no se
entrometieran en el proceso electoral “no sólo por el bien del Estado (se
refería a Veracruz) sino de México”.
“Ustedes tienen la
responsabilidad señores gobernadores y señor Presidente del cause de la
legalidad, que el proceso electoral sea ordenado, democrático, institucional y
pacífico”.
Machacó a todo pulmón: “Se los
exigimos como mexicanos, el bien superior de la nación es lo que estamos
reclamando porque de ellos depende la gobernabilidad del país, la transición
pacífica”.
600 mil mexicanos, empleados por la delincuencia
Vestida toda de color café, que
contrastaba con su pelo blanco encanecido, destacó un hecho doloroso: 600
mil personas están empleadas por la
delincuencia en nuestro país.
Dijo que por eso Andrés Manuel
le encomendó los mecanismos de una “justicia transicional”, para pasar de la
violencia “por cualquier motivo” a la recomposición social.
“El crimen nos ha hecho perder
una generación de jóvenes de 15 a 21 años que han sido asesinados o
desaparecidos. Queremos dar una respuesta rápida y avanzar y disminuir la
violencia”.
Nunca dijo que en seis meses
resolverán el problema.
“Transitaremos a un estado de
pacificación, de respeto a las instituciones, al Estado de derecho. México está
roto de sangre, de violencia, por todos los delitos por los que tenemos que
transitar hacia la paz”.
Aclaró y puntualizó un tema que
ha estado en la polémica desde que AMLO manejó la idea de que habría “una
amnistía para los criminales” como una estrategia para erradicar la violencia
en el país.
Olga Cordero habló que la Ley
de Amnistía “es lejana a perdonar a criminales de alta peligrosidad” y que, al
contrario, tiene como prioridad las víctimas.
“Las víctimas quieren verdad y
justicia; la verdad a través de varias comisiones de la verdad en distintos
puntos de la república donde más se ha sufrido como Veracruz”.
Subrayó que: “Las madres que
están buscando a sus hijos quieren saber la verdad. Estas comisiones estarán
integradas por la sociedad civil que conoce las circunstancias de su geografía.
Se invitará a sacerdotes, expertos internacionales, gente que conozca la
situación de zona”.
Reiteró que incluso “vamos a ir
a Roma a ver al Papa”, para que los apoye en la tarea.
Ofreció que las víctimas tendrán
acceso a la justicia para que los delincuentes paguen por sus delitos. “México,
por sus tratados internacionales, no podría darle amnistía a los asesinos, a
los tratantes, a los torturadores, a los genocidas, a los violadores, a los secuestradores.
No se van a perdonar”.
Especificó que un derecho de
las víctimas es también la reparación del daño.
Chirinos y Fidel también amnistiaron
Hizo memoria en defensa de su
propuesta.
Puntualizó que existen varias
leyes de amnistía, una en la Ciudad de México (CDMX) “para los muchachos del
Movimiento 132”, que la Asamblea de la CDMX expidió hace unas semanas.
Se retrotrayó para recordar que
en Veracruz existió la Ley de Amnistía 17 expedida en 1996 por el gobernador
Patricio Chirinos, siendo Secretario de Gobierno Miguel Ángel Yunes, a favor de
campesinos, ejidatarios, comuneros, colonos agrícolas, que habían tenido como
móvil la explotación agropecuaria, que hubieran cometido el delito de despojo y
robo de frutos y daños.
También trajo a colación la Ley
de Amnistía 872 expedida en 2007 por el entonces gobernador Fidel Herrera, a
través de la cual se concedió amnistía a toda aquella persona a la que se le
hubiera ejercido acción penal o hubieran sido sentenciados por delitos
considerados no graves, que tuvieran menos de 18 años, siempre y cuando fueran
indígenas o personas en pobreza extrema
o con capacidades diferentes.
Una más: la del presidente
Carlos Salinas de Gortari, en relación al Movimiento Zapatista de Liberación Nacional
en 1994, que fue del 1 de enero de 1994 al 20 de enero de 1994 hasta las 15:00
horas, y uno de los requisitos era entregar las armas.
Otra: la de José López Portillo
a favor de los guerrilleros de Guerrero encabezados por Lucio Cabañas, o la de
Luis Echeverría para los estudiantes de 1968.
“La Ley de Amnistía es un
mecanismo de no repetición al que tienen derecho las víctimas con la finalidad
de que los beneficiarios no vuelvan a cometer el mismo delito, como en el caso
específico de los campesinos que siembran droga y están involucrados en el
trasiego; sin embargo, no son delincuentes de alta peligrosidad como los
asesinos, violadores, secuestradores, torturadores, etcétera”.
Informó que se están
construyendo ahora las hipótesis de ley, el universo de beneficiarios y la temporalidad
de la misma.
“Yunes compra un millón 200 mil votos”
Al final habló Cuitláhuac
García Jiménez, quien hizo un llamado a sus militantes y simpatizantes a
convencer a más veracruzanos para que los apoyen, ya que dijo que ellos en
Morena tienen un millón 200 mil votos pero que el gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares ha podido comprar un número similar.
Cuando se retiraba se le acercó
una joven mujer para pedirle su apoyo porque dijo que la habían despedido del
Gobierno del Estado por apoyar a Morena. La asesoró diciéndole que presentara
una demanda laboral y otra ante la Fepade para que cuando él llegue a la gubernatura
le devuelva su trabajo y le pueda restituir todos sus derechos, incluyendo su
antigüedad.
El País: AMLO, 92% de probabilidades de ganar
Ayer el diario El País de
España en su edición de América dio 92% de probabilidades de que López Obrador
gane la Presidencia, de acuerdo a encuestas, usando sus modelos electorales
para Francia, Reino Unido o España. Da sólo 9% de probabilidad de ganar a Anaya
y sólo 1% a Meade.
Según su promedio, AMLO tiene
48% de intención del voto, Ricardo Anaya 28 y José Antonio Meade 20%.
Apuntó el influyente medio: “La ventaja de López Obrador es clara. Ni
siquiera los dos debates que se han celebrado hasta ahora, el terreno en el que
peor se desenvuelve el tres veces candidato, han mermado su posición en las
encuestas. No es normal que se produzca un vuelco electoral que haga perder 20
puntos al candidato puntero. Sirve de referencia una estadística deportiva:
ahora mismo una derrota de López Obrador sería más rara que ver fallar un
penalti a Cristiano Ronaldo. No obstante, la victoria del candidato de Morena
tampoco es una certeza: los sondeos aún podrían moverse y hasta el último día
habrá espacio para una sorpresa”.
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