Prosa aprisa
Veracruz amanece con Gobernador moreno
Arturo Reyes Isidoro
Anoche pasadas las 23:30 horas,
el presidente del Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE),
Alejandro Bonilla Bonilla, no dejó lugar a dudas: de acuerdo al conteó rápido
ganó la gubernatura Cuitláhuac García Jiménez.
Dio la tendencia de votación:
José Francisco Yunes Zorrilla, de la coalición Por un Veracruz Mejor
(PRI-Verde), entre 13.3 y 14.5%; Migue Ángel Yunes Márquez, de la coalición Por
Veracruz al Frente (PAN-PRD-MC), entre 37 y 38.7%; y Cuitláhuac García Jiménez,
de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PS), entre 43.9 y 45.9.
En los porcentajes máximos, la
diferencia entre estos dos últimos sería de unos 7 puntos, conservadoramente
unos 140 mil votos, de acuerdo a operadores locales a los que consulté anoche.
Casi enseguida que el titular
del OPLE hizo el anuncio lo secundó en una emisión especial de Televisa Carlos
Loret de Mola, quien de paso salió en defensa de Roy Campos pues dijo que Yunes
Márquez “se le fue encima”.
A lo que se refería fue que éste
último desestimó la encuesta de salida de Roy que hizo para Televisa y que se
dio a conocer apenas pasadas las 6 de la tarde, que daba un porcentaje de entre
46.9 y 54.1 para Cuitláhuac y entre 35.5 y 42.6 para Miguel Ángel.
Hasta los primeros minutos de
este lunes, el PAN estatal guardaba silencio y no se había pronunciado al
respecto, como tampoco el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares había salido a
dar una conferencia de prensa ya no para hablar sobre el caso de su hijo sino
sobre el desarrollo de las elecciones.
Lo cierto es que este lunes
Veracruz amaneció ya con un nuevo gobernador, quien habrá de sustituir al
saliente dentro de casi cinco meses, el 1 de diciembre próximo.
Con el resultado, el Estado
pasa a la historia por tener de nuevo la alternancia en el poder en apenas dos
años, pues en 2016 el actual gobernador Yunes Linares ganó la contienda y sacó
al PRI del Palacio de Gobierno, y 24 meses después Morena ha ganado al PAN y lo
echará también de la sede del Ejecutivo.
El triunfo del candidato de
Morena es significativo porque realizó su campaña con el mínimo de presupuesto
a diferencia del panista que tuvo todo el apoyo del Gobierno del Estado, que le
facilitó recursos económicos, humanos y materiales a través de los programas
sociales o encubiertos en ellos.
Cuitláhuac pasó por encima lo
mismo del gobernador, también exdirigente estatal del PRI, que del exgobernador
Dante Delgado, igualmente exdirigente tricolor y líder nacional del partido
Movimiento Ciudadano(MC), así como de Armando Méndez de la Luz, exdirigente
estatal del PRI y de MC, además del expresidente priista Felipe Amadeo Flores
Espinosa ahora líder moral de la agrupación Vía Veracruzana, quienes se unieron
para intentar apoderarse del poder avalando la relección de la familia Yunes
Linares-Márquez.
Se repite el fracaso como en 1997
Con fama de ser un gran
operador político, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien
prácticamente operó esta vez como coordinador de la campaña de su hijo, ya
había sufrido una gran derrota electoral en 1997 siendo presidente del Comité
Directivo Estatal del PRI.
En aquel entonces perdió 107 de
210 alcaldías que había entonces, de municipios como Xalapa, Veracruz, Boca del
Río, Córdoba, Orizaba, Tuxpan, Coatzacoalcos, Minatitlán y un largo etcétera.
Su reacción fue inesperada. Al
día siguiente de la votación presentó su renuncia a la dirigencia estatal del
PRI.
Si el OPLE confirma el
resultado de ayer, el descalabro habrá sido mayor porque esta vez se trata de
la gubernatura y el candidato derrotado será su hijo mayor.
Morena ganaría la mayoría en el Congreso local
Según las primeras cifras del
OPLE sobre el resultado de las candidaturas a la diputación local, Morena se
perfilaría para ganar la mayoría. A nivel federal según los primeros resultados
ese partido ganó las senadurías y la mayoría de las diputaciones federales.
Llega un “chocojarocho” a la Presidencia
Significativo, muy
significativo que el propio Donald Trump haya felicitado anoche mismo a Andrés
Manuel López Obrador por su histórico triunfo. Dijo que espera “con ansias
trabajar con él” porque “¡Hay mucho por hacer que beneficiará tanto a los
Estados Unidos como a México”.
Miguel Ángel Yunes Linares pudo
haber sido anoche el primer gobernador de oposición en ofrecer su respaldo al
nuevo Presidente, a nombre del pueblo de Veracruz.
En política eso cuenta. Si bien
ya no les tocará trabajar juntos (Miguel entrega la gubernatura el 30 de
noviembre y AMLO asume la Presidencia el 1 de diciembre), ese paso le hubiera
servido para intentar allanar sus diferencias.
El anuncio lo pudo haber hecho
inmediatamente después de que el candidato presidencial de su partido, Ricardo
Anaya Cortés, salió a reconocer el triunfo del tabasqueño, poco después de las
8:30 de la noche.
A esa hora ya se les había
adelantado el también candidato derrotado José Antonio Meade, del PRI, y casi a
la misma hora había salido a pronunciarse “El Bronco” Jaime Rodríguez a favor
del candidato ganador de Morena.
Mediaba una circunstancia muy
especial: durante su campaña Andrés Manuel sacó a relucir su origen jarocho.
Recordaba que su madre era tabasqueña y su padre veracruzano (de Nopaltepec, la
tierra también de Fidel Herrera Beltrán).
Por ello se autoproclamaba como
“chocojarocho” y llegó a decir que sería el primer Presidente veracruzano de
este siglo y el primero en 66 años luego de que ganó la Presidencia don Adolfo
Ruiz Cortines el 6 de julio de 1952.
Lo menos, pues, era que el
“líder” de los veracruzanos saliera a saludar el triunfo del paisano, alguien
que reclamaba su origen jarocho como lo reclamó en vida Agustín Lara aunque
hubiera nacido en el entonces Distrito Federal.
En Córdoba, según un reporte
que me llegó anoche, la alcaldesa Leticia López Landero planeaba convocar con
urgencia a una sesión de cabildo para acordar que cuando vaya López Obrador a
la ciudad lo declaren “huésped distinguido”.
Cuestión de recordar que cuando
el 30 de abril le negó la plaza Bicentenario para que realizara su mitin, AMLO
le advirtió que regresaría cuando fuera Presidente “y ya verán si entonces no
nos prestan esa plaza”.
Habrá que ver ahora también si
los empresarios de esa ciudad se niegan a recibir a los nuevos senadores de
Morena, Ricardo Ahued y Rocío Nahle, a quienes como candidatos les dieron la
espalda y se negaron a recibirlos.
México no se volcaba en las
urnas como ayer desde el 6 de julio de 1988 cuando el entonces gobierno priista
le robó el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien como candidato
presidencial del Frente Democrático Nacional (FDN) le había ganado en las urnas
a Carlos Salinas de Gortari, del PRI.
En Veracruz era entonces
gobernador don Fernando Gutiérrez Barrios, quien con la finura política que
poseía y el trato suave, terso con el que actuaba, logró revertir las notas de
los medios y corresponsales veracruzanos que daban cuenta de la victoria del
FDN (“hágalo por Veracruz”, les dijo a todos) y luego proclamaron el triunfo de
Salinas.
Ayer votó, ciertamente, la
simpatía por Morena, pero también la inconformidad y el desencanto lo mismo
contra el presidente Peña Nieto que contra el gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares, pues al primero lo derrotó el pueblo abrumadoramente en la persona de
su candidato José Antonio Meade y el segundo no logró la amplia votación que
esperaba para su hijo candidato a la gubernatura.
Se trató de una elección pero,
en el caso de ambos gobernantes, de un plebiscito también. Salieron reprobados.
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