LOS RECORTES DEL PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR AL PRESUPUESTO Y LAS TRANSFERENCIA DE DINERO A LOS RICOS
Samuel Aguirre Ochoa
La administración que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no se ha cansado de decir que la “Cuarta Transformación” tiene como ejes principales apoyar a los pobres de México, combatir la corrupción y acabar con el neoliberalismo, pero si analizamos las cosas con detalle, en la realidad los hechos dicen lo contrario, todo apunta a que de lo que se trata es de hacer entrega de dinero de manera directa a determinado sector de la población con el propósito de crear una reserva de votos para su partido que utilizará en los procesos electorales que se avecinan. Sostengo esto por los siguientes hechos:
Desde el inicio de la administración se eliminó del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) el Ramo 23, partida presupuestal que se destinaba para hacer obras de infraestructura en las colonias, pueblos y escuelas, como sistemas de agua potable, drenajes, electrificaciones, construcción de caminos, pavimentaciones de calles, construcción de aulas, instalaciones deportivas, espacios culturales y recreativos, apoyo a la vivienda, etc., afectando con ello a millones de familias que viven en comunidades pobres y marginadas que no cuentan con estos servicios elementales.
Como lo señale en otra ocasión, al desaparecer el PROSPERA se dejó de apoyar a millones de familias pobres que dependían de este programa federal y en su lugar anunciaron el programa de Becas para educación básica “Bienestar para las Familias”, que después de seis meses no han implementado, así como el de educación media superior Becas “Benito Juárez”, del cual solo han pagado dos meses y no a todos los estudiantes de bachillerato; en el primer caso solo se entregará una beca por familia independientemente de que tenga varios hijos y en el segundo la beca tiene un carácter universal, es decir, que se le entregarán a todos los alumnos de preparatoria sin importar su nivel económico, a jóvenes ricos y pobres. Es una injusticia que las familias humildes que recibían el PROSPERA, ahora reciban mucho menos, a cambio de transferirle dinero a los “hijos de papi” que están en preparatoria y que realmente no lo necesitan.
Ha habido recortes de cientos de miles de empleados que se quedaron sin ingresos para el sostén de su familia; se redujo el apoyo al campo a pesar de que se han hecho anuncios espectaculares de programas que benefician a muy pocos campesinos; se redujo el apoyo al CONACyT, área fundamental para el desarrollo científico en el país; se recortó el 32% del presupuesto a la Secretaría del Medio Ambiente, por lo que esta dependencia no ha podido combatir los incendios que se dieron en varios estados en el presente año y que provocaron la contingencia ambiental en el centro del país; al Fondo para Desastres Naturales le recortaron el 85% de su presupuesto, hecho que ya afecto para el combate de la contingencia, pero que seguramente tendrá repercusiones graves con las sequías, los huracanes, inundaciones y ojalá no haya temblores.
El presidente decretó recortes y desapareció las estancias infantiles, los comedores comunitarios, el programa de empleo temporal y el apoyo de la vivienda, lo que significa un golpe a los sectores pobres del país. Y ahora nos hemos estado enterando de los brutales recortes al sector salud que están llevando a que cada día haya mayor desabasto de medicamentos, falta de personal e instrumentos descompuestos en los hospitales, que desaparezcan apoyos que proporcionaba el IMSS y el ISSTE a personas con enfermedades graves como el cáncer, determinados síndromes cuyo tratamiento son caros, etc. Desapareció el Seguro Popular lo que ocasiona que ahora la gente pobre tenga que pagar las consultas y sus medicamentos en los hospitales públicos.
Todos estos recortes afectan a los sectores que el gobierno de la 4T dice defender, a los pobres, es decir, la realidad demuestra lo contrario de lo que predica López Obrador. Incluso con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro (para los ninis), en el cual se entregará 3,600 pesos mensuales a los aprendices, se está transfiriendo dinero de los impuestos que paga el pueblo trabajador a las empresas privadas, pues con los dueños de estos negocios van a trabajar las personas beneficiadas con las becas. Aquí se pone de manifiesto para quien está gobernando el presidente, para los empresarios, pues se les está regalando el trabajo de los ninis, trabajo que ellos deberían de pagar pues están produciendo mercancías que van a vender y de las cuales obtendrán ganancias. No olvidemos que la ganancia del capital proviene del trabajo de los obreros, aunque el presidente López Obrador sostenga lo contrario.
En el afán del presidente de hacernos creer que en realidad combate al neoliberalismo, el pasado martes firmó un decreto donde renunciaba a su facultad para condonar impuestos a los ricos, sin embargo, el presidente nunca ha tenido dicha facultad, esto solo lo puede realizar el SAT. En cuanto al cacaraqueado combate a la corrupción no se ve ninguna acción contundente, pues hasta el momento no hay ningún funcionario importante que haya sido castigado por sus actos de corrupción, por el contrario en algunos estados de la República en donde gobierna MORENA, como es el caso de Veracruz, el gobernador no ha podido esclarecer la compra de 40 y alquiler de 110 patrullas; firmó un contrato millonario, sin licitación pública, de medicamentos con la empresa Abisalud, propiedad de un destacado morenista, el superdelegado del estado de Jalisco y todos los casos de nepotismo de los que se habla en las distintas dependencias del gobierno estatal.
El pueblo trabajador debe ir haciéndose claridad de lo que acontece en el país, tomar conciencia de para quien gobierna el actual presidente y sacar de ahí la conclusión, de que su suerte solo cambiara el día en que se organice y se decida a tomar el poder político, para con ello construir una patria más próspera y en la que la riqueza se distribuya de forma más equitativa.
Samuel Aguirre Ochoa
La administración que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no se ha cansado de decir que la “Cuarta Transformación” tiene como ejes principales apoyar a los pobres de México, combatir la corrupción y acabar con el neoliberalismo, pero si analizamos las cosas con detalle, en la realidad los hechos dicen lo contrario, todo apunta a que de lo que se trata es de hacer entrega de dinero de manera directa a determinado sector de la población con el propósito de crear una reserva de votos para su partido que utilizará en los procesos electorales que se avecinan. Sostengo esto por los siguientes hechos:
Desde el inicio de la administración se eliminó del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) el Ramo 23, partida presupuestal que se destinaba para hacer obras de infraestructura en las colonias, pueblos y escuelas, como sistemas de agua potable, drenajes, electrificaciones, construcción de caminos, pavimentaciones de calles, construcción de aulas, instalaciones deportivas, espacios culturales y recreativos, apoyo a la vivienda, etc., afectando con ello a millones de familias que viven en comunidades pobres y marginadas que no cuentan con estos servicios elementales.
Como lo señale en otra ocasión, al desaparecer el PROSPERA se dejó de apoyar a millones de familias pobres que dependían de este programa federal y en su lugar anunciaron el programa de Becas para educación básica “Bienestar para las Familias”, que después de seis meses no han implementado, así como el de educación media superior Becas “Benito Juárez”, del cual solo han pagado dos meses y no a todos los estudiantes de bachillerato; en el primer caso solo se entregará una beca por familia independientemente de que tenga varios hijos y en el segundo la beca tiene un carácter universal, es decir, que se le entregarán a todos los alumnos de preparatoria sin importar su nivel económico, a jóvenes ricos y pobres. Es una injusticia que las familias humildes que recibían el PROSPERA, ahora reciban mucho menos, a cambio de transferirle dinero a los “hijos de papi” que están en preparatoria y que realmente no lo necesitan.
Ha habido recortes de cientos de miles de empleados que se quedaron sin ingresos para el sostén de su familia; se redujo el apoyo al campo a pesar de que se han hecho anuncios espectaculares de programas que benefician a muy pocos campesinos; se redujo el apoyo al CONACyT, área fundamental para el desarrollo científico en el país; se recortó el 32% del presupuesto a la Secretaría del Medio Ambiente, por lo que esta dependencia no ha podido combatir los incendios que se dieron en varios estados en el presente año y que provocaron la contingencia ambiental en el centro del país; al Fondo para Desastres Naturales le recortaron el 85% de su presupuesto, hecho que ya afecto para el combate de la contingencia, pero que seguramente tendrá repercusiones graves con las sequías, los huracanes, inundaciones y ojalá no haya temblores.
El presidente decretó recortes y desapareció las estancias infantiles, los comedores comunitarios, el programa de empleo temporal y el apoyo de la vivienda, lo que significa un golpe a los sectores pobres del país. Y ahora nos hemos estado enterando de los brutales recortes al sector salud que están llevando a que cada día haya mayor desabasto de medicamentos, falta de personal e instrumentos descompuestos en los hospitales, que desaparezcan apoyos que proporcionaba el IMSS y el ISSTE a personas con enfermedades graves como el cáncer, determinados síndromes cuyo tratamiento son caros, etc. Desapareció el Seguro Popular lo que ocasiona que ahora la gente pobre tenga que pagar las consultas y sus medicamentos en los hospitales públicos.
Todos estos recortes afectan a los sectores que el gobierno de la 4T dice defender, a los pobres, es decir, la realidad demuestra lo contrario de lo que predica López Obrador. Incluso con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro (para los ninis), en el cual se entregará 3,600 pesos mensuales a los aprendices, se está transfiriendo dinero de los impuestos que paga el pueblo trabajador a las empresas privadas, pues con los dueños de estos negocios van a trabajar las personas beneficiadas con las becas. Aquí se pone de manifiesto para quien está gobernando el presidente, para los empresarios, pues se les está regalando el trabajo de los ninis, trabajo que ellos deberían de pagar pues están produciendo mercancías que van a vender y de las cuales obtendrán ganancias. No olvidemos que la ganancia del capital proviene del trabajo de los obreros, aunque el presidente López Obrador sostenga lo contrario.
En el afán del presidente de hacernos creer que en realidad combate al neoliberalismo, el pasado martes firmó un decreto donde renunciaba a su facultad para condonar impuestos a los ricos, sin embargo, el presidente nunca ha tenido dicha facultad, esto solo lo puede realizar el SAT. En cuanto al cacaraqueado combate a la corrupción no se ve ninguna acción contundente, pues hasta el momento no hay ningún funcionario importante que haya sido castigado por sus actos de corrupción, por el contrario en algunos estados de la República en donde gobierna MORENA, como es el caso de Veracruz, el gobernador no ha podido esclarecer la compra de 40 y alquiler de 110 patrullas; firmó un contrato millonario, sin licitación pública, de medicamentos con la empresa Abisalud, propiedad de un destacado morenista, el superdelegado del estado de Jalisco y todos los casos de nepotismo de los que se habla en las distintas dependencias del gobierno estatal.
El pueblo trabajador debe ir haciéndose claridad de lo que acontece en el país, tomar conciencia de para quien gobierna el actual presidente y sacar de ahí la conclusión, de que su suerte solo cambiara el día en que se organice y se decida a tomar el poder político, para con ello construir una patria más próspera y en la que la riqueza se distribuya de forma más equitativa.
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