EN XALAPA, UN GOBIERNO QUE SE AUTODEFINE DE IZQUIERDA, PERO QUE GOBIERNA COMO DE DERECHA
Samuel Aguirre Ochoa
En junio del 2017, los xalapeños hartos de los gobiernos priistas, decidieron votar por un Presidente Municipal que se proclamó de izquierda y así llegó al poder Hipólito Rodríguez Herrero con un alto porcentaje de votos por encima de los otros candidatos. La ciudadanía de este municipio tenía la esperanza de que las cosas mejorarían en la capital del estado, de que habría una mejor administración de los recursos, que se reflejaría en una mayor cantidad de obra pública, tanto para mejorar las vialidades del centro, así como de los fraccionamientos y de las colonias populares; que se promovería la ciudad para desarrollar la actividad turística y de esta manera se generarían empleos; que disminuirían los índices de inseguridad; se habló también de la necesidad de regularizar la tenencia de la tierra de miles de familias que habitan en zonas irregulares o de alto riesgo y en general de mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos. Con esto se desterraría la corrupción que tanto daño genera a la sociedad.
A un año de distancia, la realidad nos dice otra cosa muy diferente al cambio prometido. Nos hemos enterado por diversos medios que la administración del erario ha sido pésima, al grado que recursos que ya estaban en la tesorería de Xalapa han tenido que regresarse a la Federación por incapacidad o negligencia de los funcionarios; las vialidades están llenas de baches, el servicio de basura es pésimo, prácticamente no hay obra pública en las colonias y las escasísimas que se han hecho son de mala calidad; el turismo y la economía no se han reactivado (el Presidente se opuso a la realización de la edición 2019 de “Soy Festival”, evento que dejaba una derrama económica importante) y la inseguridad cada día está peor. No hay transparencia sobre el uso de los recursos y por tanto es de dudarse que se esté combatiendo la corrupción.
En el caso de las colonias antorchistas, en el año 2018 se hicieron varias peticiones de obras de servicios de suma importancia, que están plenamente justificadas por la necesidad de la gente más pobre de Xalapa de contar con los servicios públicos elementales para ir sobreviviendo. De todas estas peticiones, después de muchas reuniones y discusiones, se acordó con el ayuntamiento que construiría 17 obras, cantidad muy por debajo de lo planteado y que desde el punto de vista financiero significa un monto muy raquítico. A pesar de esto, 4 de estas fueron canceladas del programa de obras y de las 12 restantes, están inconclusas 3: una pavimentación en la Colonia Insurgentes, a la cual no le construyeron las banquetas, el drenaje en la colonia Loma Bonita y una electrificación en la 21 de marzo. En lo que va del 2019, el Comité Municipal de Antorcha ha sostenido varias reuniones con el Director de Gobernación del Ayuntamiento, Lic. Juan Vergel Pacheco, para pedir se incluyan en el plan municipal de obras las acciones más urgentes para las colonias afiliadas a esta organización y hasta el momento no se ha podido llegar a ningún acuerdo.
Uno de los argumentos que ha manifestado el Lic. Juan Vergel va en el sentido de que el gobierno del Dr. Hipólito Rodríguez Herrero no tratará con organizaciones, que el cabildo será quien acuerde las acciones a realizar y que tratará directamente con la gente. Debido a esto, el día de ayer comisiones representativas de las colonias acudieron a Palacio Municipal, pidieron hablar con el alcalde, sin embargo, éste no los recibió, con lo que se demuestra que la actual administración no quiere tratar con representantes ni tampoco con la gente. En realidad, están actuando como dictadores, quieren conculcar el derecho constitucional de la gente a organizarse y esto es característico de los gobiernos de derecha.
El Presidente Municipal ha argumentado que algunas colonias son irregulares y que, por tanto, no se le pueden introducir los servicios. Pero este argumento también es tramposo, pues en Xalapa casi el 50 por ciento de las colonias son irregulares o están en proceso de regularización, y muchas ya cuentan con algunos servicios que otras administraciones como las de Ricardo Ahued introdujeron. ¿En dónde está la sensibilidad de los izquierdistas del ayuntamiento, que con estos argumentos baladíes dejan a miles de familias en la marginación y en la pobreza? Acaso se le olvidó al Lic. Vergel que algunas de estas colonias las promovió él cuando pertenecía a la UCIS-VER.
En las discusiones con Hipólito Rodríguez Herrero, en más de una ocasión, su discurso se ha deslizado por el lado de la amenaza y la soberbia, diciendo a los antorchistas “que le hagan como quieran, que al fin de cuentas, ellos son la autoridad y serán los que tomarán las decisiones”. La soberbia es mala consejera, pues es la más clara manifestación del individualismo burgués, esencia de la ideología de la actual clase explotadora a la hora de ejercer el poder. De nuevo nos encontramos muy alejados de las formas de gobierno de los partidos de izquierda y caen dentro de las que utilizan los de derecha.
Por último, citaré lo ocurrido en la sesión de cabildo del pasado 15 de marzo, donde se aprobó un monto de 145 millones de pesos para obras, pero curiosamente no dieron a conocer el nombre de la obra ni de calle ni el monto de la misma, solo se redujeron a citar el nombre de la colonia, situación que es ilegal, pero que aprobaron por mayoría en contra de la voluntad de los regidores de oposición, quienes no estuvieron de acuerdo con semejante irregularidad. Esto tampoco va conforme a lo dicho por el pregonero de la 4T, en el sentido de que todo debe ser transparente para eliminar la corrupción. De nuevo se confirma la incongruencia.
Samuel Aguirre Ochoa
En junio del 2017, los xalapeños hartos de los gobiernos priistas, decidieron votar por un Presidente Municipal que se proclamó de izquierda y así llegó al poder Hipólito Rodríguez Herrero con un alto porcentaje de votos por encima de los otros candidatos. La ciudadanía de este municipio tenía la esperanza de que las cosas mejorarían en la capital del estado, de que habría una mejor administración de los recursos, que se reflejaría en una mayor cantidad de obra pública, tanto para mejorar las vialidades del centro, así como de los fraccionamientos y de las colonias populares; que se promovería la ciudad para desarrollar la actividad turística y de esta manera se generarían empleos; que disminuirían los índices de inseguridad; se habló también de la necesidad de regularizar la tenencia de la tierra de miles de familias que habitan en zonas irregulares o de alto riesgo y en general de mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos. Con esto se desterraría la corrupción que tanto daño genera a la sociedad.
A un año de distancia, la realidad nos dice otra cosa muy diferente al cambio prometido. Nos hemos enterado por diversos medios que la administración del erario ha sido pésima, al grado que recursos que ya estaban en la tesorería de Xalapa han tenido que regresarse a la Federación por incapacidad o negligencia de los funcionarios; las vialidades están llenas de baches, el servicio de basura es pésimo, prácticamente no hay obra pública en las colonias y las escasísimas que se han hecho son de mala calidad; el turismo y la economía no se han reactivado (el Presidente se opuso a la realización de la edición 2019 de “Soy Festival”, evento que dejaba una derrama económica importante) y la inseguridad cada día está peor. No hay transparencia sobre el uso de los recursos y por tanto es de dudarse que se esté combatiendo la corrupción.
En el caso de las colonias antorchistas, en el año 2018 se hicieron varias peticiones de obras de servicios de suma importancia, que están plenamente justificadas por la necesidad de la gente más pobre de Xalapa de contar con los servicios públicos elementales para ir sobreviviendo. De todas estas peticiones, después de muchas reuniones y discusiones, se acordó con el ayuntamiento que construiría 17 obras, cantidad muy por debajo de lo planteado y que desde el punto de vista financiero significa un monto muy raquítico. A pesar de esto, 4 de estas fueron canceladas del programa de obras y de las 12 restantes, están inconclusas 3: una pavimentación en la Colonia Insurgentes, a la cual no le construyeron las banquetas, el drenaje en la colonia Loma Bonita y una electrificación en la 21 de marzo. En lo que va del 2019, el Comité Municipal de Antorcha ha sostenido varias reuniones con el Director de Gobernación del Ayuntamiento, Lic. Juan Vergel Pacheco, para pedir se incluyan en el plan municipal de obras las acciones más urgentes para las colonias afiliadas a esta organización y hasta el momento no se ha podido llegar a ningún acuerdo.
Uno de los argumentos que ha manifestado el Lic. Juan Vergel va en el sentido de que el gobierno del Dr. Hipólito Rodríguez Herrero no tratará con organizaciones, que el cabildo será quien acuerde las acciones a realizar y que tratará directamente con la gente. Debido a esto, el día de ayer comisiones representativas de las colonias acudieron a Palacio Municipal, pidieron hablar con el alcalde, sin embargo, éste no los recibió, con lo que se demuestra que la actual administración no quiere tratar con representantes ni tampoco con la gente. En realidad, están actuando como dictadores, quieren conculcar el derecho constitucional de la gente a organizarse y esto es característico de los gobiernos de derecha.
El Presidente Municipal ha argumentado que algunas colonias son irregulares y que, por tanto, no se le pueden introducir los servicios. Pero este argumento también es tramposo, pues en Xalapa casi el 50 por ciento de las colonias son irregulares o están en proceso de regularización, y muchas ya cuentan con algunos servicios que otras administraciones como las de Ricardo Ahued introdujeron. ¿En dónde está la sensibilidad de los izquierdistas del ayuntamiento, que con estos argumentos baladíes dejan a miles de familias en la marginación y en la pobreza? Acaso se le olvidó al Lic. Vergel que algunas de estas colonias las promovió él cuando pertenecía a la UCIS-VER.
En las discusiones con Hipólito Rodríguez Herrero, en más de una ocasión, su discurso se ha deslizado por el lado de la amenaza y la soberbia, diciendo a los antorchistas “que le hagan como quieran, que al fin de cuentas, ellos son la autoridad y serán los que tomarán las decisiones”. La soberbia es mala consejera, pues es la más clara manifestación del individualismo burgués, esencia de la ideología de la actual clase explotadora a la hora de ejercer el poder. De nuevo nos encontramos muy alejados de las formas de gobierno de los partidos de izquierda y caen dentro de las que utilizan los de derecha.
Por último, citaré lo ocurrido en la sesión de cabildo del pasado 15 de marzo, donde se aprobó un monto de 145 millones de pesos para obras, pero curiosamente no dieron a conocer el nombre de la obra ni de calle ni el monto de la misma, solo se redujeron a citar el nombre de la colonia, situación que es ilegal, pero que aprobaron por mayoría en contra de la voluntad de los regidores de oposición, quienes no estuvieron de acuerdo con semejante irregularidad. Esto tampoco va conforme a lo dicho por el pregonero de la 4T, en el sentido de que todo debe ser transparente para eliminar la corrupción. De nuevo se confirma la incongruencia.
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