¿Cuántos
Esteban Rojas harán falta?
Sabino
Cruz V.
“¿Cuántos
Esteban Rojas harán falta?”… Con esta frase termina la obra “Días oscuros” del
maestro Carlos Converso que en la semana que corre se está presentando en el
Foro Fernando Torre Laphan de la Facultad de Teatro UV, con alumnos del Taller
de Práctica Escénica “C”, bajo la dirección de Rubén Reyes Gama. Texto
inspirado en el asesinato de periodista Manuel Buendía, hace treinta y tres años,
del cual aún nada se sabe del autor intelectual. .
Cuántos
Estaban Rojas harán falta, pregunta el mismo autor de la obra, para que no
signan asesinando periodistas en México, coartando su libertad de expresión u
obligándolos a la autocensura, el destierro o el ejercicio de otra profesión;
cuántos: Ricardo Monlui Cabrera, Yanga, Ver.; Pedro Tamayo, Tierra Blanca,
Ver.; Miroslava Breach, Chihuahua, Chih.; Moisés Dagdug lutzow, Villahermosa, Tab.;
Moisés Sánchez y Juan Mendoza Delgado, San Andrés Tuxtla, Ver.; Octavio Rojas,
Tezonapa, Ver.; Reinel Martínez Cerqueda,
Juchitán de Zaragoza, Oax.; Filadelfo Sánchez Sarmientos, Miahuatlan de
Porfirio Díaz, Oax.; Marcos Hernández Bautista, San Andrés Huaxpaltepec, Oax.;
Abel Manuel Bautista Raymundo, Santiago,Juxtlahuaca, Oax.; Anabel Flores,
Orizaba, Ver.; Francisco Pacheco Beltrán, Taxco de Alarcón, Gro.; Rubén
Espinoza, Cd. de México; Armando Saldaña, Tuxpan de Rodríguez Cano; Gerardo
Nieto Álvarez, Comonfort, Gto.; Nolberto Herrera Rodríguez, Zacatecas, Zac.; Atilano
Ramón, Mazatlán, Sin…
Cuánta
más sangre tenemos que derramar para que los tres niveles de gobierno, las
fuerzas del orden público o legiones extranjeras frenen una masacre contra hombres
y mujeres que queremos vivir en paz, sin injusticias, con respecto a la
dignidad, el libre tránsito y de sentirse seguro; cuántos más hermanos en el
oficio son necesarios que mueran para que se detenga esta angustia de ser el
próximo caído; cuántos muertos más, varones del dinero, necesitan sumar para
que cesen las hostilidades, contra hombres y mujeres que solo buscan
informar/denunciar actos que están al margen de la Ley.
Cuántos
Estaban Rojas deben morir, señores de la Comisión Estatal para la Atención y
Protección de los Periodistas (CEAPP), para que en acto de introspección,
reflexionen sobre lo que están haciendo para salvaguardar nuestra integridad
física/moral, para que piensen sobre la pertinencia de percibir un sueldo, mientras
familias enteres se quedan sin el proveedor de la casa; cuántos más deben morir
para que decidan que los 20 millones de presupuesto anual que ejercen sean
utilizados para abrir un fideicomiso y que el producto de los intereses se
utilicen para otorgar una pensión a los deudos.
Cuántos
más tenemos que morir para que la sociedad tome conciencia del papel que
desempeñamos en el fortalecimiento o reconstrucción del tejido social; en la
consolidación de las instituciones, en la denuncia de actos corruptos, en la
socialización de sucesos que definirán el rumbo de la historia; cuántos necesitamos
morir para que nuevamente nuestra hacer periodístico sea el faro que denuncie
los actos antisociales, sin miedo de perder la vida.
El
asesinato de periodistas, como la muerte de cualquier ser vivo en forma
violenta, demanda acciones más enérgicas para inhibir su práctica. Gobierno y
sociedad debemos unir esfuerzos para encontrar y ejecutar acciones que
garanticen seguridad en el ejercicio de la profesión. La muerte de un
periodista representa la pérdida de la conciencia social. La desaparición física
de un/una hermano(a) de oficio, significa el avance de la corrupción, la
inseguridad y el avance de la delincuencia organizada.
La
descomposición de las instituciones empieza por la ausencia de equilibrio entre
los actos consumados y la denuncia de hecho. La desaparición del trabajo
periodístico de investigación, análisis y crítica en una sociedad es el
preámbulo del caos y la anarquía. Hagamos lo que en cada uno esté al alcance de
nuestras manos para que no sigan matando más periodistas.
Sin
remitente
La
semana que concluye, enmarcó el Día Mundial del Teatro organizado por
estudiantes de la Facultad de Teatro UV. El evento está pensado para que los
hacedores del arte dramático renueven sus votos y sigan con más confianza el
largo camino que los lleve a los escenarios, la dramaturgia, el diseño de
vestuario o escenografía, la pedagogía, la investigación, la producción y/o la
representación.
Un evento que además
contó con la presencia de estudiantes de otras escuelas, la presentación de
obras de teatro y un conversatorio en el que egresados de la veracruzana o de
otra universidad, compartieron vivencias y anécdotas propias de la profesión. Sin
lugar a duda estas actividades le fortalecen su vocación y les orienta sobre las
distintas opciones que el teatro les ofrece.
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