Místicos y
Terrenales
· El fidelato tras los despojos del PRI
· Pepe Yunes, mano para designar
· Héctor Yunes, vuelta a la pagina
Marco Antonio
Aguirre Rodríguez
El fidelato, ese
grupo encabezado por Fidel Herrera, que aún sigue en el poder, no quiere dejar el
mando.
Quieren pasar por
encima de los nuevamente senadores Yunes rojos, Pepe y Héctor.
Los enviados de
Fidel Herrera comenzaron a enviar señales de que buscan mantenerse como el
grupo fuerte del PRI y para eso quieren quedarse con los despojos de ese partido
en el estado.
El fidelato, vía
Javier Duarte llevó al PRI a un segundo lugar como partido político en
Veracruz, después del PAN, pero respirándole en la nuca Morena; un 24% de la
votación estatal emitida para el PRI, un 23% para Morena. Ese mismo grupo
quiere quedarse con los despojos del PRI, los cuales todavía mira como
sustanciosos, como una plataforma desde la cual imponer a los candidatos a las
presidencias municipales en el 2017.
Por lo pronto,
vía directa con el fidelato, ya están apuntados Jorge Carvallo Delfín, diputado
federal, y Adolfo Ramírez Arana, diputado local.
Ambos son
ampliamente identificados con la cuadra del fidelato.
Jorge Carvallo
tuvo múltiples cargos con Fidel Herrera, y también fue diputado local,
coordinador de la bancada priista, y ahora es diputado federal.
Adolfo Ramírez
fue presidente municipal de Paso de Ovejas, puesto que le dejó a su esposa Ana
Rosa Valdés Payán, mientras que él se fue como diputado local, cargo que hoy
ocupa.
Otro que también
ya brincó, pero este con discreción, es Juan Nicolás Callejas Arroyo,
coordinador de la actual Legislatura estatal, también metido en el fidelato.
Son los primeros
que han sacado la cabeza para suceder a Felipe Amadeo Flores Espinoza, que se
mantiene en el puesto, con dificultades, con el apoyo de Héctor Yunes.
Por parte de
Héctor Yunes también se menciona a Jorge Moreno Salinas, su coordinador de
campaña.
Jorge Carvallo
está en una promoción intensa de sus actividades e incluso ha hecho
declaraciones sobre el PRI estatal, entre ellas el decir que cuando fue
presidente del PRI estatal fue “de guerra”.
Lo que no dice es
que en esa época, aún con todos los recursos, en Veracruz Enrique Peña Nieto
perdió las elecciones.
Pero hoy, de
acuerdo con una nota del 20 de julio, está dispuesto a volver a la dirigencia
estatal del PRI, si se lo piden.
A Jorge Carvallo
le salió el síndrome de Santa Anna, quien en el siglo XIX regresaba a la
Presidencia de la República cuando “se lo pedía el pueblo”.
Adolfo en cambio,
se subió a la palestra en pleno cuando tres diputados locales lo impulsaron:
José Ramón Gutiérrez de Velasco, Ciro Félix Porras y Octavio Pérez Garay.
José Ramón, fue
alcalde de Veracruz por el PAN, y se cambió al PRI cuando Fidel Herrera le
ofreció la diputación local para que defenestara de Miguel Ángel Yunes; Ciro
Félix Porras es hijo de Guadalupe Porras David, a quien Javier Duarte quería
imponer como magistrada anticorrupción, pero que tiene un historial tan negro
que hasta el cabildo de Minatitlán se le fue en contra.
Octavio Pérez
Garay llegó al cargo impulsado por Jorge Carvallo (a quién había traicionado ya
desde antes), uno de los más destacados miembros del fidelato. A este diputado
local por lo que más se le recuerda es porque en el 2014 se fue a Brasil, al
mundial de fútbol y lo publicitó en sus redes sociales, y ese mismo año, en
enero, estuvo en Colombia como porrista del equipo de béisbol Brujos de San
Andrés Tuxtla, del cual había sido presidente antes de ser diputado. Su labor
legislativa ha sido prácticamente nula.
Octavio Pérez, el
único antecedente político que tenía antes de su actual puesto, es el de ser
hijo de los exalcaldes priistas de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez González y Marina
Pérez Garay.
El tercer
aspirante del fidelato es Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien ha impulsado
todos y cada uno de los proyectos de Javier Duarte en el Congreso del estado;
el también dirigente magisterial tiene la rara virtud de que también se le
atribuye una buena relación con el senador priista Pepe Yunes.
Héctor Yunes como
excandidato a gobernador, impulsa en cambio que se mantenga Amadeo Flores,
considerando que puede el elemento que consiga la unidad en en el PRI, tanto
para el momento actual como para la designación de candidaturas en el 2017 e
incluso en el panorama del 2018.
Pepe Yunes en
cambio no ha dicho quien es su favorito para ocupar el puesto, aún cuando es el
priista veracruzano con más cercanía al actual dirigente nacional del PRI,
Enrique Ochoa Reza, al cual se identifica como parte del circulo cercano de
José Antonio Meade, el actual Secretario de Desarrollo Social, con quien
también tiene amplia identidad el senador peroteño. Ese grupo se mueve
igualmente en las esferas del actual secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Así pues, ¿el
fidelato seguirá siendo el grupo en el poder, al menos en el PRI?.
HÉCTOR YUNES DA LA VUELTA A LA PÁGINA.
La columna
“Confidencial” de El Financiero, apunta que Héctor Yunes mira hacia el 2018,
para que otro Yunes, un Yunes rojo sea gobernador de Veracruz en el 2018. Este
es el texto de El Financiero:
Luego de la
amarga experiencia en los pasados comicios de Veracruz, donde abanderó al PRI
en la elección por la gubernatura, Héctor Yunes Landa retomó sus
actividades legislativas en el Senado. El priista sabe que la derrota no se
debe ni al partido ni al candidato, sino al “voto de hartazgo” que emitieron
los veracruzanos en contra de Javier Duarte. Ahora el objetivo es el proceso de
2018, y trabajar para que regrese al PRI ese bastión histórico, seguramente con
otro senador Yunes como candidato: Francisco Yunes Zorrilla.
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